Bikinis, suecas y lapones

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [
www.joseferrandiz.com]

Diario INFORMACIÓN (Alicante), 2-4-2008

Pensaba ser alcalde tres meses y acabó ejerciendo dieciséis años, encabezando la transformación de Benidorm en un destino turístico con bikinis, suecas y una pintoresca familia de lapones. Pedro Zaragoza contó en no pocas entrevistas su experiencia municipal desde 1951 a 1966, pero curiosamente siempre miraba al futuro. La última vez que hablé con él, hace dos años, fue precisamente con motivo de una entrevista en su chalet. No se la hice yo, aunque me encargué de concertarla, sino la periodista Elvira Rodríguez, y en ella recreó la mercadotecnia para promocionar Benidorm al tiempo que aludía a sus estudios octogenarios de Periodismo.

Con la noticia de su muerte es inevitable que acudan los recuerdos. En mi caso se remontan a los años noventa, cuando coincidíamos en la columna “La cara del moro” de “Abc”. Pedro Zaragoza concurría en el mismo espacio con socialistas históricos –Juan Vives, Miguel Signes– que vivieron su militancia en clandestinidad mientras él ocupaba cargos en el franquismo. Entre ellos, ligado a un momento social e histórico distinto y con la determinación de ir por libre, sin compartir credos políticos de unos y otros, comparecía un servidor, el más joven de los firmantes. Compartir columna facilitó mi trato con Pedro Zaragoza, un trato en el que lo humano, con el buen humor que acreditaba, prevalecía sobre cualquier otro aspecto: hasta el punto de solicitarme que presentase en Benidorm una conferencia de Vizcaíno Casas. Como el conferenciante se hospedó en Alicante, Pedro Zaragoza nos pidió a mi mujer y a mí, tras una cena multitudinaria, que regresara en nuestro coche y le dejáramos en el hotel. No sospechábamos que eso iba a suponernos un trance inesperado, ya que al acompañar el ex alcalde al escritor al lugar en el que teníamos aparcado el vehículo ambos se despidieron cantando la primera estrofa del “Cara al sol” mientras mi mujer y yo nos encomendábamos al socorrido “tierra trágame”.
 


Columna relacionada: Pedro Zaragoza, rara avis (Información, 12-12-2001).