El sueño del Metro
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Diario INFORMACIÓN (Alicante), 30-10-2009 |
Poco después de que Alfonso XIII inaugurara un viernes de octubre de 1919 la primera línea de Metro en Madrid –la de Sol-Cuatro Caminos, que recorría cuatro kilómetros–, circuló un chiste malo por la capital. “¿Cual es la distancia más corta en Madrid?”, apuntaba el narrador de turno, que pasaba resuelto a revelar la respuesta: “Sol-Cuatro Caminos, porque hay un metro”. La efeméride ha recibido, noventa años después, justa repercusión en los últimos días, pero quien no pudo ver el adelanto entonces fue el jurista y magistrado José María Manresa, uno de los redactores del Código Civil, nacido en San Fulgencio. Y curiosamente la suya fue una de las voces que, como senador por la provincia de Alicante y miembro de la Comisión que trabajó en el proyecto de ley, ponderó en 1892 la conveniencia de que Madrid siguiera el modelo de tren subterráneo de otras ciudades europeas. Pensaba en Londres y Berlín. En el Senado defendió el dictamen favorable. El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert publicó hace dos años junto a la editorial Reus sus discursos, presentados en una jornada de homenaje que vivió uno de sus actos a pie de fachada de la casa en que murió en 1905, en la madrileña calle de las Huertas, repleta de placas en paredes –se descubrió una en su honor– y citas literarias en el pavimento. Ante las objeciones de quienes creían inseguras las obras, Manresa rebatía a sus oponentes. “Si allí, en poblaciones tan inmensas como Londres –les decía–, se han vencido todos esos obstáculos; si no ha habido la dificultad de tropezar con los cimientos ni la de hundirse las casas; si allí no ha habido dificultad en abrir pozos para bajar y subir los viajeros y mercancías, y si allí están, en fin, vencidas todas esas dificultades, ¿por qué hemos de suponer que han de surgir aquí?”. Sus palabras traducían un sueño que él no vería consumado, pero al menos merecen un breve espacio para recordarlas. |