Dos mil palabras de Coll
JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com]

Diario INFORMACIÓN de Alicante, 9-3-2007

El "Diccionario de Coll" que apareció en diciembre de 1975 iba precedido por esta dedicatoria: "A todos aquellos que saben que dos y dos son cinco". Esa transgresión de la lógica matemática y lingüística anticipaba un producto que ponía patas arriba el juego racional con el humor del absurdo, un humor que exige no poca inteligencia.

La combinación Tip y Coll formó la mejor pareja de humoristas españoles del siglo XX. De los dos, quizá fue más profundo Coll. Mientras Tip practicaba un virtuosismo verbal espectacular, de primer impacto, a costa de malabarismos con el idioma, Coll lanzaba al aire a menudo pensamientos que sus espectadores o lectores tenían que coger al vuelo. Si definía a un "indiota" como "natural de la India que muere de hambre contemplando una vaca" o inventaba la palabra "comulnismo" para referirse a una "doctrina basada en la comunidad de bienes, con abolición del derecho de propiedad, reservándose el derecho de poder comulgar con otras doctrinas, si la conveniencia lo requiere", o resumía, en fin, que un "interroagotatorio" era una "serie de preguntas que se le hacen al presunto culpable, hasta que a éste se le pone la tez verde oscura y la piel como el papiro, mientras que con la mano derecha firma la declaración, de forma absolutamente voluntaria", es obvio que estaba consumando algo más que juegos de palabras. Incluso en un programa televisivo de homenaje a José Manuel Lara, fundador de la editorial Planeta, reconoció en su presencia –en respuesta a una pregunta del presentador– que estaba muy agradecido al editor por publicar su Diccionario "que tanto dinero me ha dado a mí y tantísimo a él". Tip, por su parte, poseía un ingenio especial que le llevaba a cerrar aquel Diccionario con un epílogo que acababa así: "Este hombre que ha sido capaz de inventar cerca de dos mil palabras, merece mi aplauso, mi abrazo, mi tabaco, mi nuera, mi crobio, mi asma y mi opía".