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| Semanas atrás descubrí que una web
islámica española recogía, con cierto alborozo, una
noticia sobre Britney Spears tomada de un diario
digital que, a su vez, la refería citando a un cronista
de San Francisco. El caso es que la web islámica
saludaba la posibilidad de que la cantante estuviera en
trance de convertirse al Islam por influencia de una
amiga de infancia. "Los últimos días
–informaba esta página en internet– se ha
podido ver a Spears más recatada, con ropas más acordes
a su nueva futura religión. También se sabe que un
viaje a Pakistán estaría entre sus planes". Esas eran, pues, las últimas novedades que yo tenía de la Spears cuando ayer accedí a un "blog" que comentaba que la señora ha declarado en un programa de televisión que le practicó sexo oral a un modelo mejicano durante tres horas, con lo que toda sospecha de recato quedaba desmentida. Hasta el punto de que estoy seguro de que ahora estamos todos desconcertados, hechos un lío: la web islámica, el diario digital, el cronista de San Francisco y los mariachis que se hayan enterado. Tres horas de lo que esta mujer dice que ha hecho dan para muchas desconfianzas. Para empezar hay que aceptar que toda dama que se confiese autora de una proeza similar es una bocazas. En segundo lugar no hay más que examinar la falta de lógica en los efectos: de ser cierto, el modelo mejicano estaría muerto, seguramente de un ataque al cardio. Y en tercer lugar habría que formularle a la protagonista una pregunta trampa para rebajar su fanfarria, ponerle en un apuro y, de paso, expresarle que no somos tontos: "A ver, señora Spears, no nos creemos lo de las tres horas, ¿explíquenos cómo se come eso?". Y es que las dudas hay que aclararlas. Para que luego digan que los que mienten más son los políticos. |
Mentiras orales de
Britney Spears
Diario
INFORMACIÓN de Alicante, 27-1-2007