Jornada de desinformación

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com]

21 junio 2002

Después de una huelga general debe prevalecer el espíritu deportivo. Pero no siempre es fácil, sobre todo cuando no se acierta a saber quién ha ganado. Procede, por tanto, dar la enhorabuena al gobierno por conseguir que dos y dos sean uno y felicitar, al mismo tiempo, a los sindicatos por su logro de que dos y dos sean siete. Ambas partes merecen reconocimiento en atención a que lo que para unos tuvo un seguimiento medio del dieciséis por ciento para otros superó el ochenta por ciento; y ello sin entrar en valoraciones territoriales como la de Asturias, donde secundaron la huelga el noventa y ocho por ciento de los trabajadores, según los sindicatos, y el treinta por ciento, según el mapa del gobierno que expuso TVE en el noticiario de las tres. Tratándose de datos obtenidos el mismo día en un mismo país, el fenómeno merece admiración. Ni siquiera ese referente tan fiable que, en opinión de los medidores de efectos huelguísticos, es el consumo eléctrico faltó al baile. A primera hora de la mañana Llamazares, coordinador general de IU, acusaba al gobierno de callarse el descenso de consumo eléctrico, aseverando que a medianoche, nada más comenzar la jornada de huelga, "el gasto caía por debajo de lo que es un día de domingo". Sin embargo, poco después se colaba por algún sitio que el consumo eléctrico descendía el trece y medio por ciento respecto a un día normal, porcentaje que los simpatizantes del gobierno recordaban que era inferior a aquel treinta por ciento que disminuyó en la huelga del 14-D de 1988. Desde la Red Eléctrica Española se informaba algo más tarde de que a las diez de la mañana el consumo energético había bajado el veintidós por ciento. Se podrían barajar, en fin, algunas cifras más, pero a estas alturas lo preocupante es conocer cuántos españoles se han vuelto locos el 20-J y cuántos van a ingresar en los psiquiátricos en los próximos días por intentar enterarse del número real de compatriotas que secundaron la huelga.