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| Ya era hora de que ganara un país
"chiquitillo", ha dicho Rosa López, la
representante española en Eurovisión. Rosa añadió que
este festival no lo había ganado nunca un país
"tan chiquitillo", y eso, a lo que se ve, le
provoca un sentimiento de caridad hacia Letonia, aun a
costa de demostrar que su culturilla geográfica es menos
potente que su voz. Parece ser que en la academia de
Operación Triunfo, metidos de lleno en perfeccionar el
canto, se olvidaron de impartirle a la agraciada que nos
iba a representar en Tallín alguna sesión urgente y
básica de historia eurovisiva, aunque fuera sólo para
no desentonar en las entrevistas. Basta revisar el palmarés de Eurovisión, al tiempo que se le echa una miradita al mapa actualizado de Europa, para poner un poco de orden. Sería conveniente recordar que Letonia tiene 64.500 km², que es la medida, según Rosa, de lo que debemos considerar un país "chiquitillo" o "tan chiquitillo". Sin embargo, y sin ir más lejos, ella y su coro actuaron en Estonia, que ganó en la edición anterior, país del que parece ignorar que es todavía más "chiquitillo", con 45.100 km². Pero hay más. Entre los cincuenta ganadores de las cuarenta y siete ediciones de Eurovisión celebradas desde 1956, figuran algunos más "chiquitillos" aún: Luxemburgo, con cinco triunfos y 2.586 km²; Países Bajos, con cuatro triunfos y 33.937 km²; Israel, con tres triunfos y 20.255 km²; Dinamarca, con dos triunfos y 43.092 km²; Suiza, con dos triunfos y 41.293 km²; Bélgica, con un triunfo y 30.513 km²; y Mónaco, con un triunfo y algo menos de dos kilómetros cuadrados, país que incluso escaparía a la definición rosera de "chiquitillo" y podríamos calificar de muy chiquitirrín. Hasta Irlanda, que con siete victorias es la nación que más veces ha ganado, es con sus 68.891 km² casi tan "chiquitillo" como Letonia. |
Un país "chiquitillo"
29 mayo 2002