Operación triunfalista

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com]

16 febrero 2002

No es por gusto, pero me van a permitir que me remonte al caluroso 28 de agosto de 1789. Resulta que cuando la Asamblea Nacional francesa se planteó ese día los poderes del Rey en la constitución que se proyectaba, los asistentes se dividieron en dos bloques. Los que estaban dispuestos a otorgarle al monarca la posibilidad de veto se sentaron a la derecha; los que se oponían se colocaron a la izquierda. Desde entonces el mundo de la política convive con los términos izquierdas y derechas, cuyas adicciones son fáciles de descubrir debido a que unos y otros cultivan la mutua pasión de darse candela, ya sea de obra o de palabra. En la práctica política, una de las proezas máximas consiste en irritar al bando contrario, cosa que concede a la parte irritadora placeres inconfesables. Veamos un ejemplo.

Son tantos los parabienes que ha recibido Operación Triunfo que el portavoz del PP en RTVE, Alejandro Ballestero, no pudo resistirlo y se apuntó a caballo ganador. Los valores de Operación Triunfo -el esfuerzo, la superación, la educación, la amistad, la familia, el compañerismo- son, a su juicio, los valores de su partido. Tenemos, por tanto, que unos valores que creíamos universales y ajenos a ideologías, que dábamos por hecho que formaban parte del mundo personal de cada cual al margen de izquierdas y derechas, son puramente políticos, aunque nos cueste comprenderlo. La manifestación preocupa por lo arriesgada que es, pues si nuestros políticos siguen entrenándose así al final acabaremos dándole la razón a Ortega y Gasset, que cuando se cabreaba insultaba, hasta el punto de escribir que el que no se ocupa de política es inmoral, en tanto que el que sólo se ocupa de política y lo ve todo políticamente es un majadero. No se trata de llegar a tanto, pero por lo pronto a Ballesteros, que padece triunfalismo precoz, ya se le ha escapado una oportunidad inmejorable de aplicarse un proverbio sabio: el de no hables, a no ser que seas capaz de mejorar el silencio.