La herencia

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com]

5 febrero 2002

La señora viuda de Cela, Marina Castaño, conocida también por lenguas maliciosas como Marina Mercante, reconoció a "Abc" que al ver en el sepelio a Camilo José Cela Conde, el hijo del premio Nobel, le dijo: "tenemos que hablar". El semanario "Tiempo" ha añadido una coletilla a la frase y dice que lo que dijo Marina fue "tenemos que hablar de la herencia". Y Marina ha contraatacado con un comunicado de prensa en el que da a entender que ella no dijo lo que "Tiempo" dice que dijo. Sé que es un lío, pero uno cumple con poner las secuencias en su orden.

Marina Castaño, en la misma entrevista que aseguraba haberle dicho al hijo de su difunto marido "tenemos que hablar", largaba además otra cosa: "Mire, el hijo de mi marido y yo mantenemos una relación cordial. Tenemos que estar más unidos que nunca para defender la memoria de Cela y no mancharla yendo de una tele a otra". Para demostrar coherencia y poner en claro su palabra, Marina Castaño comparecía, el mismo día en el que aparecía la entrevista, en el programa de Tele 5 de María Teresa Campos, no como colaboradora sino obsequiando a la audiencia con nuevas declaraciones. A todo esto, José Manuel Caballero Bonald va y tercia desde Alicante opinando que Cela "hizo todo lo que quiso Marina", lo que resulta ya divertidísimo. Entre otras cosas porque Caballero Bonald no es un personaje cualquiera en esta historia sino el escritor jerezano que trabajó con Cela en la revista "Papeles de son Armadans"; el hombre sobre el que Luis Cantero le arrancó a Charo Conde, primera mujer del Nobel, una declaración explosiva en 1989 que a ésta le sirvió para darle en las narices a su ex poco antes de que emprendiera vuelo hacia Estocolmo para recibir el sueco galardón: "Nunca estuve enamorada de Camilo. Mi gran amor fue Caballero Bonald". Así que si esto no se es una novela de Cela que venga Dios y lo vea.