Malos tratos

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com]

11 enero 2002

Setenta mujeres, según algunas organizaciones, murieron en España a manos de sus parejas o exparejas durante el 2001. Hasta hace poco los malos tratos a mujeres eran sólo un problema social del que, a veces, se conocía el final pero no el inicio y el suplicio que le seguía. Cuando trascendía alguna historia descubríamos a mujeres atemorizadas, golpeadas y humilladas que ni se atrevían a avisar a sus vecinos ni a denunciarlo. El temor a que el bruto de turno se ensañara más y la casi segura desprotección de quienes deben proteger les disuadía. Por eso mismo, hablar de malos tratos es poner al descubierto las miserias de una sociedad que se muestra hipócrita hacia fuera, que se escandaliza si es necesario, pero que sigue a lo suyo cuando el desaguisado no lo toca de cerca.

Ahora se ha logrado completar otra vuelta de tuerca y ya sabemos que los malos tratos no son sólo un problema social: son también un negocio. Un negocio al que concurren famosas maltratadas que le han visto el truco. Que se sepa, sufrir agresiones no es ninguna ventaja, pero Carmina Ordóñez se la vio la noche en que se prestó en Tele 5, en "Crónicas marcianas", a largar su "vía crucis" y a cobrar su comparecencia. Se abría una nueva concepción del debate, que menosprecia en el fondo a las que se lo sufren, se lo callan y no se atreven ni a vocearlo a sus íntimos. Y lo malo es que también acuden a picotear al negocio las cadenas televisivas, invitando a otras famosas a que relaten padecimientos; dicen que para que se conciencien las demás —supongo que se refieren a quienes sólo cobran palizas— y denuncien. Jordi González acogió en su "Abierto al anochecer" a la viuda de Julio Robles, a Charo Reina y a la "gran hermana" María José Galera. No sé si cobraron, pero el hecho de que el programa de Antena 3 compita con "Crónicas marcianas" lleva a muchos a malpensar que sí. ¿Inquietud por el problema o por la audiencia?