La reforma sin padre

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com]

19 diciembre 2001

El 15 de diciembre de hace veinticinco años se aprobaba en Referéndum la Ley para la Reforma Política, la llave jurídica que iba a facilitar el tránsito de las franquistas Leyes Fundamentales a la Constitución democrática. Ganar el Referéndum sin embargo —dicho sea con la venia de quienes estos días lo ensalzan— no era la gran proeza, pues se podía esperar que un gobierno que controlaba la televisión única al son del estribillo de "Habla pueblo, habla" en las voces de Vino Tinto lo sacara adelante. El mérito estaba consumado desde el día en que sus impulsores, con estrategia torera, habían conseguido que las Cortes del régimen se tragaran el proyecto, proeza —esa sí— admirable.

A un cuarto de siglo de distancia, no es menos interesante la cantidad de padres apócrifos de la Ley. Se dice que cuando Torcuato Fernández-Miranda, a la sazón presidente de las Cortes, le entregó en agosto de 1976 el borrador al presidente del gobierno Adolfo Suárez le dijo: "Aquí tienes esto que no tiene padre". Con todo, al propio Suárez se le acusa de omitir el nombre de su autor ante sus ministros, al vicepresidente Alfonso Osorio de creerse inspirador de sus aciertos y a Herrero de Miñón, secretario general técnico en el Ministerio de Justicia por aquellas calendas, de atribuirse su perfeccionamiento jurídico. La mitología que se va imponiendo cuenta, en cambio, que al verse Suárez sin salida llamó a Asturias a Fernández-Miranda el 15 de agosto, regresando éste a Madrid al día siguiente. Unos días después, durante el fin de semana, el presidente de las Cortes redactaba un borrador en Navacerrada que puso en manos de Suárez. Esta es, al menos, la versión que avalaron Pilar y Alfonso Fernández-Miranda cuando en 1995 publicaron el libro "Lo que el Rey me ha pedido" con ánimo de ir ajustando cuentas, pues ya se sabe que las paternidades dudosas dan mala reputación y la familia es la familia.


Foto: Torcuato Fernández.Miranda presidiendo la sesión de la Cortes del 18 de noviembre de 1976 en la que se aprobó la Ley para la Reforma Política, sometida a Referéndum el 15 de diciembre.