Beatles

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com]

2 diciembre 2001

Los cincuentones y casi sesentones de hoy son los que vibraron realmente con los Beatles. A los más jóvenes nos llegaron ya por referencias, o quizá mejor por resonancia de sus canciones, que empezaban cantar los demás. Me encuentro en esta segunda categoría, y he de ser sincero: cuando oía alguno de aquellos "elepé" que giraban en el tocadiscos en el que las canciones de los Beatles las interpretaban los propios Beatles, la música me sonaba como muy eléctrica y hasta a metal. Pero las canciones eran preciosas y la tonadilla se nos pegaba igual. Luego, cuando las cantaban otros y el instrumental era más refinado, parecían mejores. Lo que ocurre es que el que crea y rompe va por delante en la historia del arte, y eso al cuarteto electricometálico de Liverpool no hay quien se lo discuta.

Pasó con John Lennon, pasa con George Harrison y sucederá —ojalá que dentro de mucho tiempo— con Paul McCarney y el batería Ringo Starr. Cada vez que desaparezca uno de ellos no faltarán elogios al grupo y una subida nostalgia por lo que representaron en el siglo XX, en aquella década de cambios sociales y culturales que fue la de los sesenta; década en la que la juventud rompía con hábitos pasados, se enfrentaba al sistema con ideales, creía en utopías y tenía a la música como su mejor coartada para el encuentro. Eso, naturalmente, era antes de que esa misma juventud se convirtiera en adulta, pasara al mando, se acomodara en el sistema y volviera a incurrir en las mismas andadas que los adultos precedentes. Los Beatles capitanearon la revolución cultural y por eso hoy, sin la coyuntura de entonces, ya hace lustros que han perdido actualidad. En este momento no son más que clásicos, que tampoco es mala suerte.. ¿Y qué es lo clásico? Así se lo preguntaron al torero El Gallo, que no vaciló al contestar: "Lo que no se puede hacer mejor".