La guerra según Al-JaziraJOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com] |
11 octubre 2001 |
La guerra del Golfo en 1991 la ganó la CNN.
En la historia del periodismo bélico, la cadena
estadounidense consiguió como novedad retransmitir en
directo el bombardeo de Bagdad. El espectáculo
consistía en ver lucecitas que no se adivinaba bien lo
que eran pero que gracias al emocionado y nervioso relato
de su comentarista, atento desde la ventana del hotel,
sospechábamos que se trataba de baterías antiaéreas.
De vez en cuando, algún fogonazo iluminaba el escenario
y aparecían fugaces contornos que nos llevaban a pensar
que los bombarderos de arriba alcanzaban un blanco. El
primer día de guerra proclamaba ya la victoria
mediática de la CNN, unida irremediablemente a aquel
conflicto. Parece ser que Sadam Husein autorizo a
la cadena estadounidense a emitir desde Bagdad con el
ánimo de someterla a censura y trasladarle a Occidente
una imagen de Irak con víctimas civiles. No le salió
del todo bien porque en Occidente la CNN no es la
televisión única y porque el canal era también
receptor de informaciones filtradas por el Estado Mayor
de Estados Unidos. Eso explica que ni talibanes ni Ben Laden estén por la labor de que una televisión occidental repita su presencia en Afganistán y prefieran, diez años después, la qatarí Al-Jazira, única autorizada para informar desde dentro, donde cuenta con dos corresponsales. A la CNN le pilló en casa el inicio de la crisis. Con las cámaras enfocadas a las Torres Gemelas cuando una de ellas ya ardía, retransmitió en directo el impacto del segundo avión y el doble derrumbe poco después. Sin poder reservarse la primicia en Afganistán, ha tenido que contratar ahora la exclusiva occidental con Al-Jazira, encargada esta vez de emitir las lucecitas sobre el fondo negro de Kabul y las amenazas en diferido de Ben Laden. El reto está lleno de significado. Esta guerra es un desafío integrista a Occidente incluso en lo más sagrado de su cultura: la televisión. |