Tirando de profecíasJOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com] |
16 septiembre 2001 |
Nostradamus, otra vez
Nostradamus. No hay suceso de cierta trascendencia
mundial en el que no irrumpan agoreros, adivinos,
intérpretes y sensacionalistas tirando de una de las
casi mil quinientas profecías de este francés del siglo
XVI, recogidas en "Las centurias". Por internet
han circulado versos inquietantes que se le atribuyen,
algunos citados por una cadena de televisión española,
que naturalmente consiguió que cundiera la inquietud en
buena parte de sus telespectadores. Los parecidos de
ciertas predicciones apócrifas son de escalofrío, desde
luego. Se habla de que "dos hermanos gemelos serán
separados por el caos", de que "la tercera gran
guerra comenzará cuando la gran ciudad se queme",
de que "llegarán del cielo las aves de la
destrucción y caerán los dos tronos". Algunos
conocedores de las predicciones de Nostradamus se han
sorprendido de semejantes atribuciones, que les suenan
falsas, pues lo que en realidad aseguran que escribió el
francés en una de sus cuartetas era otra cosa: "En
el año del siglo nuevo y nueve meses vendrá del cielo
un gran Rey del terror; el cielo se quemará a 45 grados
mientras el fuego se aproxima a la ciudad nueva".
Confieso mi ignorancia sobre profecías y mi
incompetencia para descifrar textos enigmáticos, así
como mi escaso interés por "Las centurias",
que no he leído. Pero admito, eso sí, que si ésta
última es la visión auténtica que tuvo el astrólogo
agorero debería difundirse, para tranquilidad de
crédulos atemorizados. Lo de que un "rey del
terror" venga del cielo parece ambiguo, lo de
emparentar la "ciudad nueva" con Nueva York
algo forzado, y lo de interpretar que la alusión a los
45 grados no se refiere a la temperatura sino a la
latitud de la ciudad estadounidense tiene un margen de
error, pues Nueva York no está a 45 grados de latitud
sino a 40.5. No es por nada, pero jamás he llegado a
entender por qué lo que encaja de las profecías no
necesita interpretación y lo que no coincide sí.
|