Oriente y OccidenteJOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO [www.joseferrandiz.com] |
17 agosto 2001 |
Entre la cultura oriental y la occidental
existen notables diferencias y una cosa en común: la
voluntad de los orientales en no entender a los
occidentales y la voluntad de los occidentales para no
entender a los orientales. Lo vemos a diario. En el
Extremo Oriente se llevan los gestos en público,
mientras que en Occidente lo que más se lleva en
público es la fanfarronada y la mentirijilla. Por eso en
Oriente son capaces de organizar representaciones que a
un occidental ni se le ocurrirían. En Corea del Sur
veinte aguerridos ciudadanos han mostrado su indignación
por la visita del primer ministro japonés a un santuario
dedicado a dos millones y medio de soldados nipones
muertos en las guerras imperiales de los siglos XIX y XX.
Fueron guerras en las que Japón incordiaba a sus vecinos
asiáticos y eso a los veinte aguerridos coreanos no les
parece oportuno olvidarlo. Como prueba de protesta, se
han cortado el dedo meñique de un tajo de guillotina
ante las cámaras, sin caer mareados. Un gesto que ha
recorrido las televisiones de todo el mundo, que es lo
que les gusta a los orientales, mientras el primer
ministro japonés consumó su visita y conserva su
meñique. Porque eso sí: a los occidentales cortarnos el
dedo no nos va, pero verlo sí, pues para algo tenemos la
audiencia mejor entrenada, la que más desgracias
filmadas por videoaficionados ha visto en televisión. Como occidental no comprendo la utilidad del gesto coreano. Sobre todo porque aquí lo que se lleva es convocar manifestaciones, desplegar pancartas y darle al vocerío en multitud, que es igualmente inútil pero que, al menos, te da la posibilidad de salir intacto. Cada cual es libre de mutilarse por donde quiera, pero la diferencia entre Oriente y Occidente es que allí si alguien se corta un dedo por una causa patriota es un héroe y en Occidente un tonto. Pero eso los orientales no lo van a entender nunca. |