"Azorín fue el gran propagandista del surrealismo en España"

Christian Manso espera que el quinto coloquio internacional en Francia redescubra el vanguardismo del escritor

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO (Información, 11 octubre 2000)

 

Las ciudades francesas de Pau y San Juan de Luz acogerán el V Coloquio internacional sobre Azorín los próximos 26,27 y 28 de octubre. Para esta ocasión la Universidad de Pau, organizadora de estos encuentros que se remontan a 1985, ha elegido como tema de estudio el de Azorín y el surrealismo. Cerca de cuarenta investigadores procedentes de España, Francia, Italia, Alemania y Canadá han confirmado su participación en este encuentro para el que Christian Manso, decano de la Facultad de Letras de Pau, tiene una clara justificación: "Azorín fue el primero en preocuparse, con mucho dinamismo y entusiasmo, por el surrealismo en España".

El profesor Manso, traductor al francés del libro "Superrealismo", asegura que el escritor "fue un propagandista sin par del surrealismo, ya que estaba persuadido profundamente de que era la revelación y revolución de este siglo XX". "Fue un teorizante –añade– y también un creador muy fecundo, con lo que entre 1925 y 1931 no deja de crear pretendiendo convencer, no vacilando a lanzarse a batallas campales, encarnizadas. A pesar de sus cincuenta años, de ser un flamante académico de la lengua, Azorín conoce un período de fervor juvenil".

Hijo de español y apasionado de la literatura del autor de Monóvar desde que en 1963, en su época de estudiante en Madrid, leyó un ejemplar de "Blanco en Azul" que había visto en un escaparate, Christian Manso, animador principal de esta serie de coloquios e invitado en muchos otros, opina que cada encuentro científico sobre Azorín "rescata del olvido unas cuantas facetas del escritor que demuestran con claridad meridiana que es una conciencia inexcusable del siglo XX. Poco a poco, con paciencia, humildad y tesón, la figura de Azorín resplandece, fulge, y eso gracias a los esfuerzos de muchos investigadores, cuyo número va creciendo, y a una política voluntaria y activa de la Casa-Museo Azorín de Monóvar, de la obra social de la CAM". José Payá, director de la Casa Museo Azorín, será precisamente el ponente que abrirá este quinto coloquio que, en palabras de Manso, va a ser la ocasión de "devolver al César lo que es del César".

"Lo que se espera en Pau es ante todo la resurrección de esta actividad y que por fin Azorín forme parte de los que, con el surrealismo, intentaron cambiar el mundo. Poca gente ha leído Blanco en azul o Superrealismo; ignora toda la labor teatral del autor, fascinado por lo subconsciente. Por supuesto que, en materia de surrealismo, como en cualquier campo literario, tenía sus criterios personales".

Manso asegura, además, que Azorín "se sabía de memoria el texto del Manifiesto de André Breton, con lo que se puede inferir que no hablaba ni creaba en balde. Será muy interesante observar cómo recibe el mensaje de Breton, y quizás de otros eminentes representantes del surrealismo, y cómo lo traduce. Dicho de otra manera, será de sumo interés analizar el texto azoriniano para intentar encontrar el substrato originario, primigenio, y también organizador. Es de esperar que este Coloquio sea otro mediodía de la intelección".

UN PRECURSOR DE TENDENCIAS QUE LLEGARON A CUAJAR. La crítica azoriniana ha insistido en los últimos años en presentar a Azorín como un escritor innovador, precursor de algunas tendencias que han cuajado en el siglo XX. Christian Manso confía en que el próximo coloquio de Pau y San Juan de Luz se inscriba en esta línea. "Sobre todo se evidencia cada día más que Azorín era un descubridor, como solía decir Ramón Gómez de la Serna. Ha sido un visionario genial y se nos impone clamarlo por doquier. Antes de los americanos tenía las claves de lo que debía ser la prensa moderna; antes de Borges había adivinado que Pierre Ménard era el autor del Quijote; antes de Nathalie Sarraute, había preparado el advenimiento de la nueva novela, y se podría seguir con una lista impresionante de intuiciones, de actos intelectivos que anticipan a unas cuantas revoluciones de nuestro siglo XX, atribuidas, desgraciadamente, a otros".

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